Nuestra Próxima Sociedad

Una revista de teoría política.

La Komuna es una publicación mensual online cuyo propósito es teorizar acerca de la praxis histórica de los humanos en la búsqueda de la concreción de su ser social en el Perú; es decir, ir tras el hallazgo de la sociedad que ha de colmar las necesidades humanas esenciales para su existencia.

En nuestro país, ese estado de satisfacción se perdió en 1532, en la masacre de Cajamarca, y se ha fallado en reconstruirlo. Esta demanda es estrictamente natural y ontológicamente humana. Para los peruanos de hoy es inadmisible e inconcebible esta prolongada carencia. Por ello, es muy lógico que se insista en dicha exigencia ontológica, pues es la base desde la cual los humanos podrán hacerse del poder creativo-productivo para pensar, cambiar y transformar la sociedad hasta cubrir sus necesidades superiores y organizar lo que llamaré en adelante Nuestra Próxima Sociedad.

La Komuna se propone ser, por ahora, un pedestal teórico, filosófico, político y, por tanto, crítico de la irracional anomalía social que nos afecta. La Komuna será una voz y un discurso teórico militante y comprometido con esta demanda humana.

 ¿Qué mayor relevancia puede tener la celebración del bicentenario en un país en el que comprobamos la secular vergüenza —iniciada en 1532 y penosamente prolongada hasta 2021— de tener millones de hombres, mujeres y niños hambrientos? La Komuna convoca por eso públicamente a abordar intelectualmente esta tragedia que ha tenido como escenario el Perú.

Hasta ahora esta búsqueda ha sido infructuosa: la sociedad contemporánea, moderna y capitalista no ha podido —ni podrá— materializar la ontología social que se corresponda con la humana. No solo ha fracasado, sino que, algo más grave aún, ha conducido a las llamadas crisis periódicas que siempre apuntalan el rol de la fuerza para contrarrestar la caída tendencial de la tasa de ganancia. Según Marx, esta tendencia es propia de las contradicciones del capital durante su circuito de producción y circulación, así como de la acumulación y reproducción del capital social global.

Lo que hombres y mujeres observamos hoy está más allá de esta crisis del capital. Estamos viviendo un colapso colectivo en todo el planeta.

Anotemos solamente tres rasgos sobresalientes del fracaso histórico de la sociedad moderna sociedad globalizada, sean países capitalistas industriales desarrollados o subdesarrollados. Un elevado número de hombres y mujeres literalmente mueren de hambre y padecen pobreza material extrema, impedidos de satisfacer su necesidad de energía alimentaria. Observamos a millones de niños y niñas con hambre, mientras solamente una minoría de la población infantil mundial está adecudamente nutrida. El Perú persiste en esta condición desde 1532 hasta nuestro presente, agobiado por los letales efectos de una pandemia. Pero esta condición no es el resultado de un virus. El covid-19 es —como veremos en ediciones posteriores de esta revista— el resultado de la acción transformativa, destructiva y viral del ser humano.

Un segundo rasgo es el sistemático aumento de la violencia de los hombres contra las mujeres, quienes están impedidas de disfrutar libremente de su sexualidad. El número de mujeres violadas en el Perú es una cifra alarmante que revela una violencia sistémica, social e hiriente contra ellas. ¿Podemos decir así soy orgulloso de ser peruano o peruana?

El tercer y último rasgo es el poder hegemónico del capital monopólico, que ha convertido a la Tierra en su propiedad privada, transformada en capital fijo constante para la producción industrial de mercancías. Como teorizaremos en esta revista, tanto el planeta como sus habitantes son ahora simplemente mercancías, valores de uso para la acumulación privada de riqueza material individual. Somos hoy simples mercancías de compra-venta en un mercado también globalizado.  

Otra conclusión de esta revista, más relevante aún, es que vivimos en una época de crisis teórica; por tanto, lo que requerimos es una teoría política actual que nos permita pensar y entender, en primer lugar, quién es este personaje llamado “humano” que nos ha conducido a esta condición horrenda y ha organizado un poder hegemónico de dos pisos: la realidad material y la realidad online. Es decir, estamos viviendo dentro de un “cilindro tecnológico”, del cual no podemos escapar ni migrar a ningún lugar que no esté dentro del círculo de esta “máquina capital” globalizada. No existe ningún otro espacio adónde escapar, sino solo permanecer dentro de este circuito de poder-tecnológico. Ocurre ahora que los miserables de Víctor Hugo, personajes del siglo XIX francés, están ahora en todas partes; pero claro, en el Perú en cantidades muy superiores. Preguntémonos a propósito: ¿hay algo que todavía yace oculto detrás de los hombres y mujeres que aún no conocemos? ¿Cuál es esta realidad que después de millones de años todavía no develamos?

Por otro lado, la sociedad contemporánea ya no disimula su ser y muestra una actitud cínica en relación con el capital. En tiempos de la economía clásica, teorizada por los pioneros Smith, Ricardo, Wright y Marx, se debatía acerca de que el salario no era el pago por el trabajo, sino que se entregaba a cambio de algo oculto: la fuerza de trabajo, cuyo plusvalor estaba escondido tras la ganancia del dueño de los medios de producción.

Hoy no hay nada escamoteado a los ojos: los capitalistas muestran abiertamente la escandalosa distancia entre sus ganancias y los salarios que pagan. Entonces, de lo que carecemos no es de la explicación de lo oculto, sino del entendimiento de esta verdad que está abiertamente expuesta al mundo. Un ejemplo notable es que millones son inservibles para las exigencias tecnológicas del capital. Solamente les espera morir. Como dijera nuestro extraordinario poeta César Vallejo, han llegado a la “necesidad social de morir”.

Lo que hace la situación actual más dramática es que estamos en una crisis teórica que impide entender esta realidad, que solo puede ser comprendida cabalmente desde lo humano. Por tanto, es urgente saber qué es ser humano, porque en la actualidad todos tenemos la misma apariencia real fenomenológica: somos parte de un sistema capitalista que sobrevive, ora en la producción, ora en la circulación e intercambio del ciclo del capital industrial que a inicios del siglo XIX fue puesto en marcha por el poder político estatal en Inglaterra.

De esta manera, sobrevivimos inmersos en una condición casi terminal, a no ser que tengamos el entendimiento y la voluntad de que podemos ser un sujeto colectivo capaz construir, finalmente, la civilización humana que llamaremos Nuestra Próxima Sociedad, en la que podremos cumplir nuestra condición ontológica de existir satisfaciendo nuestras necesidades básicas y superiores en igualdad y libertad.

No tenemos por qué apelar a etiquetas futuristas, sean estas “socialismo”, “socialismo ecológico”, “comunismo” o “el reino de Dios”. La propuesta es: construyamos desde hoy esta sociedad nueva, que será nuestra, a la que llamaremos simplemente La Komuna. Esta revista está pues dedicada a pensar, reflexionar y construir esta Komunidad para los hombres y mujeres del Perú como parte de una pertenencia planetaria.

Esta es la racionalidad social y política que inspira esta publicación. Estamos por tanto en busca de un pensamiento que resuelva la crisis teórica del crimen perfecto perpetrado por la sociedad capitalista porque los culpables han sido absueltos. Sin embargo, como el capital no ha existido por sí mismo, hay que buscar sus orígenes en el personaje que lo inventó: el humano.

La Komuna busca teorizar no solamente en el mundo abstracto, sino también emprender una praxis social concreta aplicada a la crisis contemporánea. Proponemos así cumplir este proyecto social, de múltiples determinaciones, en un país específico: Perú. Con ese fin, invitamos a las peruanas y los peruanos a participar en este proceso de entender la crisis teórica en la que se encuentra el Perú, determinada por ubicación geopolítica, anclada entre el océano Pacífico, la sierra y la selva, y definida por sus diversos pisos ecológicos.

La Komuna se hace pública en momento determinado por dos realidades: la hegemonía del poder global, que reemplazó al tradicional sistema de dominación iniciado en el siglo XIX y teorizado en El capital de Marx, y la coyuntura social y política nacional, ante unas elecciones que oponen a dos partidos con dos agendas sociales antagónicas: Perú Libre, que propone un clásico estado de bienestar, y Fuerza Popular, que promete una radicalización del status quo neoliberal.

El Perú está, pues, sumido en una dramática crisis social y política de naturaleza sistémica que ha evidenciado la incapacidad de un Estado para gobernar, cuyas instituciones fueron engendradas en un entorno de corrupción estructural. Estamos así de esta forma conducidos por un Gobierno que no gobierna, un Congreso que no legisla, un Poder Judicial moralmente corroído y una Fiscalía que hace de policía política al servicio del presidente de turno.      

En breve, La Komuna propone no solo pensar y teorizar acerca del Perú, sino, sobre todo, cambiar y transformar el drama político, social, ecológico del Perú actual.